Cuba elimina uso obligatorio de mascarillas para actividades sociales
Fue un anuncio que hizo al caer el lunes en comparecencia televisiva y radial el ministro de Salud, José A. Portal, y que se repitió en celulares, redes y otras formas de comunicación en la isla.
Portal dijo que a partir de hoy solo habría que usar el nasobuco en consultas médicas o espacios de hospitalización; resulta obligatorio además para quienes presenten síntomas de afecciones respiratorias.
El ministro subrayó que la masiva y exitosa campaña de inmunización de la población, con vacunas cubanas fue decisiva para los resultados conseguidos aquí y el alivio de las restricciones que primaron durante el azote de la pandemia.
Claudia, una joven y linda habanera, tuitió enseguida que para las chicas era hora de volver a los retoques de labios, que han permanecido ocultos durante más de dos años de enfrentamiento a la pandemia.
Hubo consenso en las redes al respecto, pero también asomó el debate de la educación y prevención ciudadana, a las que llamaron las autoridades.
«Al fin sin mascarillas, pero no siempre ni en todas las situaciones. Les recomiendo ver adecuación de nuestros protocolos para esta etapa. Un pueblo informado es un pueblo protegido», escribió al respecto el presidente Miguel Díaz-Canel en su cuenta en Twitter.
Primer día sin nasobuco. ¿Por qué no sin fumar? Este es el #DiaSinTabaco. Vamos a celebrarlo, añadió el gobernante en la propia red social.
Díaz-Canel ha presidido durante meses las reuniones del Grupo Temporal de Trabajo del Gobierno para el enfrentamiento a la pandemia.
Allí se decidieron las estrategias, tácticas y protocolos cubanos contra el coronavirus que contagió a más de un millón de cubanos.
Ahora, con bajos niveles de transmisión y mucho más bajos de letalidad, el país adecuó las medidas y penalizaciones que primaron para restringir el contacto físico.
Desde hoy lo que fue una obligación resulta recomendación, como la de portar la mascarilla en escenarios de aglomeraciones que en Cuba suelen ser las unidades del transporte público y las tiendas de víveres.
Y la exhortación se cumplió en las «guaguas», como la llaman aquí a los ómnibus.
Esta mañana Claudia no se pintó los labios. Pero Vladimir, fotógrafo de Prensa Latina, se sintió feliz de deshacerse de un artilugio preventivo que, al menos en este primer día, siguió primando entre los habitantes de esta capital.
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