Por Waldo Mendiluza
La amistad y la comprensión mutua, la educación de la juventud mediante el ejercicio físico y el deporte, y el desarrollo de cualidades morales, a la par de las físicas, guiaron al padre de los Juegos Olímpicos de la era moderna en su afán de construir un mundo mejor, marcado por la paz y la fraternidad.
Motivos similares impulsan un acercamiento entre Francia y Cuba para apoyar a la isla en su preparación de cara a la cita bajo los cinco aros del 2024 en París, la ciudad que vio nacer en 1863 a Coubertin y acogerá por tercera vez el magno evento estival, apenas la segunda con ese honor después de Londres.
La asociación Cuba Coopération France (CubaCoop) sumó a su larga lista de proyectos en función del desarrollo socioeconómico de la nación antillana, uno relacionado con la posibilidad de que atletas cubanos cumplan en suelo galo bases de entrenamiento para llegar en forma óptima a los Juegos Olímpicos de la Ciudad de la Luz.
El presidente de la organización creada en 1995, Víctor Fernández, comentó a Prensa Latina que la idea fue poco a poco tomando forma, hasta materializarse en conversaciones con autoridades diplomáticas y deportivas del país caribeño, alcaldes de comunas y dirigentes de federaciones de Francia.
Pareciera entonces que al lema del olimpismo «Citius, Altius, Fortius» (más rápido, más alto, más fuerte) podría agregarse «Simul» (Juntos), dándole más sentido de espíritu de fraternidad entre los pueblos.
UNA INICIATIVA DE AMOR
Fernández precisó que el proyecto consiste en acordar con municipios franceses la acogida de deportistas olímpicos y paralímpicos cubanos de diversas disciplinas, quienes llegarían a esas localidades antes de ingresar a la Villa Olímpica o Paralímpica, en aras de entrenar bajo las mejores condiciones.
La estancia con tiempo de antelación en suelo galo permitiría a los visitantes realizar encuentros amistosos con atletas locales, otro elemento importante de la iniciativa relacionada con la cita bajo los cinco aros, juegos previstos del 26 de julio al 11 de agosto para las olimpiadas y del 28 de agosto al 8 de septiembre en el caso de las paraolimpiadas.
Encabezó Fernández en los últimos meses delegaciones de la asociación a La Habana, donde autoridades del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) apoyaron la colaboración y la agradecieron, a partir de su aporte en la preparación de los atletas y paratletas y a la adaptación al horario y a las condiciones climáticas de París.
Alrededor de 25 municipios de Francia aceptaron ser parte del proyecto que enaltece los valores planteados por Coubertin hace mucho tiempo, demostrando así su plena vigencia.
TREMBLAY-EN-FRANCE, SEDE ORGULLOSA
Situada a unos 30 kilómetros de la capital, la localidad de Tremblay-en-France es una de las que dio su visto bueno a la acogida de deportistas cubanos con la mira en París-2024.
Entusiasmado y satisfecho, el alcalde de la comuna, François Asensi, conversó con Prensa Latina sobre esa posibilidad.
Somos una ciudad deportiva y también una verdadera amiga de Cuba, de ahí nuestra disposición a recibir a atletas de la isla, en particular a los boxeadores, señaló. De acuerdo con Asensi, la decisión de apoyar a la nación antillana en su camino olímpico ya fue tomada, y tiene gran relevancia porque constituye una leyenda mundial en el pugilato, con resultados extraordinarios, criterio avalado por los más de 40 títulos conquistados bajo los cinco aros.
Los boxeadores cubanos podrán entrenarse en nuestras instalaciones con todas las facilidades, expuso el alcalde, un político muy querido en Tremblay-en-France, donde ejerce el cargo desde 1991.
La ciudad se ubica en el departamento de Seine-Saint-Denis, sede de la Villa Olímpica en la cita estival.
Asensi declaró que la atención a la juventud representa una prioridad para su gestión, por lo que adelantó la idea de vincular a los jóvenes tremblenses con la estancia de los boxeadores de la mayor de las Antillas.
Si bien el deporte de los puños es la disciplina confirmada para la eventual acogida en suelo galo de atletas cubanos, el burgomaestre no descartó otras.
Sabemos que también el judo tiene interés en prepararse en nuestras instalaciones para los Juegos Olímpicos, en ese sentido recibimos en marzo en Tremblay-en-France al presidente de la Federación Cubana de esa disciplina, Rafael Manso, y decimos «¿por qué no?».
EL JUDO, PIONERO DEL PROYECTO
Fruto de las gestiones de la propia CubaCoop, el judo se convirtió en la disciplina abanderada de la fraternidad deportiva franco-cubana, tal vez una antesala de la cooperación prevista con la mira en los Juegos Olímpicos.
A principios de año, los equipos masculino y femenino de la isla cumplieron una base de entrenamiento en París, que les permitió competir en los Grand Slam de la capital francesa, en Tel Aviv y en Antalya.
En diálogo con Prensa Latina, el presidente de la Federación Francesa de Judo, Stéphane Nomis, expresó la voluntad de apoyar la preparación de atletas del país caribeño, del que se declaró un admirador.
Al respecto, mencionó áreas como el intercambio de conocimientos de entrenadores, la donación de recursos y el desarrollo de una disciplina con mucha tradición y resultados en ambas naciones.
El presidente de la Federación local, exjudoca, múltiple medallista europeo y de certámenes Grand Slam en las divisiones de 81 y 86 kilogramos, consideró de gran importancia la fraternidad y el acercamiento entre los seres humanos, por encima del lógico espíritu de competitividad que el deporte genera.
La pureza del espíritu olímpico peligra desde hace tiempo, pero no pocos por el mundo actúan para que los ideales del barón de Coubertin vivan por siempre.
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(Este texto forma parte de la sección Escáner: periodismo profundo de Prensa Latina e incluye contenido multimedia)