“Todo no marchó bien el sábado, necesitamos aprender todas las lecciones en los próximos días”, dijo a la prensa durante su viaje al departamento de Val-de-Marne, a propósito del escándalo generado por los problemas a la hora de acceder al estadio para el duelo entre Real Madrid y Liverpool, cuyo comienzo se dilató 36 minutos por los incidentes.
Lo ocurrido provocó duras críticas a Francia por la organización del magno evento, manchado por hechos como la entrada a la instalación saltando barreras, los aficionados ingleses con boletos que no pudieron acceder y el uso de gases lacrimógenos por la policía para dispersarlos.
De acuerdo con Borne, debe actuarse con transparencia en torno a lo sucedido, que en un principio el gobierno francés atribuyó a la venta de miles de entradas falsas y al comportamiento inapropiado de seguidores del Liverpool, postura que generó aún más malestar en el lado británico.
Más temprano, el presidente Emmanuel Macron afirmó en Marsella que los incidentes en el Stade de France en la final de la Champions no ponen en duda la capacidad del país de organizar y acoger grandes eventos.
Sacaremos experiencias, ahora nos preparamos para el mundial de Rugby y los Juegos Olímpicos de París-2024, subrayó.
Macron ratificó su confianza al ministro del Interior Gérald Darmanin y al prefecto de la policía de París, Didier Lallement, blanco de duras críticas, sobre todo el último de los funcionarios citados.
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