Catalogada como la diosa de la escena, la famosa y aclamada artista durante finales del siglo XIX y comienzos del XX, llegó a La Habana junto a su compañía, en la mañana del 8 de enero de 1887, y permaneció en el desaparecido Hotel Trotcha, de la barriada capitalina del Vedado.
“Tenemos una tradición en estos vínculos que no se limita al siglo XXI, siempre hubo un sólido intercambio. Ahora existe un interés compartido, sumado a un nivel de excelencia en muchos campos y un hambre en la nación europea por conocer la música, danza y las artes visuales emanadas desde Cuba”, refirió.
También existe una voluntad política asociada a la materialización de iniciativas en estos sectores, afirmó el funcionario, y en ese escenario fértil confluyen todos los elementos para el éxito, desde la organización, trabajo, creación y consolidación de los vínculos presentes y futuros.
Paoli aludió a las actividades impulsadas desde la sede diplomática, entre ellas, el Festival de Cine Francés, “una cita regular, destinada a un público variado y con propuestas diversas de películas de ficción, documentales y tanda infantil”, previsto del 15 al 30 de junio.
La cartelera comprende dentro de la retrospectiva sobre el director Costa Gavras la cinta Los raíles del crimen que narra un viaje en tren desde Marsella a París, con seis personas presentes en un coche cama, el asesinato de una de ellas y la posterior investigación de la policía.
El embajador aludió al desempeño y promoción cultural emanado desde los tres edificios de la Alianza Francesa en la urbe capitalina y de una institución similar en Santiago de Cuba, lugares destinados a la enseñanza de ese idioma, con la capacitación constante de académicos.
“Las relaciones entre los dos países son intensas, fuertes y diversas y representan una construcción con muchos pilares, desde la emergencia de numerosos proyectos de investigación y conocimiento, también en otras esferas como la salud”, reveló Patrice Paoli.
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