Una de ellas proviene de Indonesia: el café de civeta o kopi luwak (nombre en indonesio), que se obtiene al procesar las bayas de este alimento consumidas por dicho mamífero y expulsadas en sus heces. Los lugareños se encargan de la recolección para su posterior limpieza y tueste.
El grano interno del fruto no es totalmente digerido, pero sí modificado químicamente por las enzimas presentes en el estómago del animal, rompiendo las proteínas que generan su amargura original.
Mientras que del café común se producen 900 millones de toneladas al año, del de civeta solo se logran unos 500 kilogramos. Es considerada una de las bebidas más raras y caras del mundo, y el costo varía entre los 100 y los 600 dólares por kilogramo en el mercado internacional.
Por otro lado, hay una exclusiva infusión china que utiliza las heces de los osos panda como abono.
El empresario de la región suroeste del gigante asiático An Yanshi decidió implementar en su plantación esta técnica de fertilización debido a que la alimentación de dichos animales es muy saludable.
Según An, los pandas solo absorben el 30 por ciento de la caña de bambú que comen, por tanto, el 70 por ciento está en sus deshechos, generando deposiciones ricas en fibras y nutrientes.
Este innovador producto es totalmente orgánico, pero su proceso de elaboración lo vuelve extraño y costoso, con porciones de 50 gramos a un precio aproximado de más de dos mil euros. Sin embargo, en opinión de expertos en el tema, su sabor no varía mucho del tradicional té verde.
(Tomado de Orbe)