Así lo dio a conocer durante la víspera la directora general de la Oficina Nacional de Normalización, Nancy Fernández, al tiempo que remarcó sobre la importancia de aplicar las guías de buenas prácticas en toda la cadena de producción, comercialización y consumo de los comestibles.
Según dijo, existen más de 250 enfermedades ocasionadas por la ingesta de alimentos no seguros, y son los niños los más vulnerables a esos padecimientos cuya ocurrencia suele ser mayor en los países de bajos ingresos.
Alegó la funcionaria que Cuba cuenta con reglamentaciones cuyos propósitos buscan garantizar el estado óptimo de los productos consumidos por el hombre y existe gran voluntad política en la atención a este tópico.
Dentro de las normativas mencionó la Política para la inocuidad de los alimentos, puesta en marcha desde el año 2017, y también el Decreto Ley 9, que establece los principios para garantizar el acceso a comestibles sanos y nutritivos a lo largo de la cadena alimentaria, con un enfoque educativo, preventivo e integral.
Asimismo, trascendió, la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional, recientemente aprobada en el país, es otra de las iniciativas que vela por la protección en este ámbito.
Por su parte, la jefa del Departamento de Higiene de los Alimentos y Nutrición del Ministerio de Salud Pública, Mayra Martí, divulgó que la isla posee un Programa de vigilancia y estudio para las notificaciones de las enfermedades transmitidas por los productos ingeridos.
No obstante, apuntó, algunas de las cuestiones a perfeccionar estriban en la capacitación del cuerpo de inspección sanitaria estatal, y en el fortalecimiento de las capacidades en los laboratorios para garantizar el tratamiento adecuado a las muestras recogidas.
El Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos, instituido en 2018 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, lleva por lema este año Alimentos inocuos, mejor salud.
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