El arte de enseñar el arte tomaría forma en la creación de la Escuela Nacional de Arte (ENA) y en su seno crecerían maestros y estudiantes durante el complejo y rico proceso que es el magisterio en sí mismo.
La idea de encontrar el talento en lugares insospechados rompería con los vestigios de una sociedad que favorecía a la clase con altos recursos económicos y ahora mostraba un proyecto social para repartir el arte entre todos y por igual.
A 60 años del hecho, la formación de artistas en Cuba mantiene intactos sus principios históricos e ideológicos y rediseña objetivos en función del perfeccionamiento y el crecimiento profesional de los estudiantes.
El Programa de Desarrollo de la Enseñanza Artística 2019-2030 trazado en Cuba establece la instrumentación de la política cultural, que busca elevar la estabilidad y la preparación política, artística, científica y pedagógica del claustro.
Sus bases contemplan, además, una estrategia de Relaciones Internacionales que genera mecanismos de cooperación e intercambio académico para la preparación política, científica, humanista y ética de los estudiantes, profesores y trabajadores no docentes.
La calidad, sensibilidad, entrega, los valores éticos y el potencial de los maestros cubanos y egresados del sistema de enseñanza artística es innegable en cada uno de los eventos donde Cuba se hace presente.
En palabras del Ministro de Cultura, Alpidio Alonso, las realizaciones que podemos exhibir en el terreno artístico y cultural nos enorgullecen y son el fruto del trabajo y del rigor de ese sistema extendido a todo lo largo y ancho del país.
La fundación de la ENA, incorporada al sistema de educación gratuita que traería la Revolución Cubana de 1959, trazó el camino para impulsar también la Revolución Cultural.
El gobierno crearía así las bases de la fortaleza artística que constituyen hoy los ocho mil 657 estudiantes de las seis escuelas nacionales, cuatro regionales y 27 provinciales de la nación.
Por tales razones, este 7 de junio es motivo de festejos y agradecimiento a quienes ponen conocimientos y alma a disposición de las nuevas generaciones de creadores y, en consecuencia, en defensa de la identidad cultural cubana.
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