A la ceremonia el próximo día 9 asistirán los presidentes de Kenya, Uhuru Kenyatta, y de Djibouti, Ismail Omar Ghuelleh, así como el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed Ali.
La presencia de Kenyatta supone el restablecimiento de los vínculos con la nueva administración luego que las relaciones llegaron a mínimos históricos con el antecesor Mohamed Abdullahi «Farmajo».
En tanto, se espera que el primer ministro etíope, un aliado clave de Farmajo, construya una nueva era de cooperación entre los dos países.
Mohamud en su anterior mandato (2007-2012) era un aliado de los antiguos gobernantes de Tigray, que son considerados terroristas por el gobierno en Addis Abeba.
Las principales carreteras de Mogadiscio, la capital somalí, se cerraron este martes al tráfico y la policía se desplegó en gran número y con vehículos blindados por las calles que llevan al palacio presidencial.
El nuevo presidente asumió formalmente el mando el pasado 23 de mayo tras ser elegido indirectamente por el Parlamento Federal de Somalia en la tercera ronda frente a Farmajo, en una sesión maratónica que comenzó el 15 de mayo y terminó en la madrugada de la jornada siguiente, el 16.
En su primer discurso, tras conocerse su elección, el mandatario manifestó su compromiso de trabajar por y para los intereses del pueblo de Somalia en aras de lograr el progreso y la prosperidad.
Somalia vive en la inestabilidad desde que en 1991 milicias aliadas derrotaron al ya fallecido presidente Mohamed Siad Barre.
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