NZR asume la responsabilidad por los fallos sistemáticos que provocaron este deterioro, indica un comunicado de la organización.
Las denuncias de la jugadora motivaron una revisión del trato dado a las integrantes de la selección femenina, así como la dimisión de su entrenador, Glen Moore.
Ngata-Aerengamate publicó en 2021 en las redes sociales que el entonces técnico le hacía comentarios inapropiados y despectivos, que le causaron una crisis nerviosa tras una gira internacional ese año por Europa.
La jugadora comentó entonces que nunca hubiese pensado que tendría una enfermedad mental en un deporte que ama tanto.
En ocho años que en los Black Ferns (la selección femenina de rugby de Nueva Zelanda), resistí mentalmente y finalmente todo salió a la luz en la reciente gira, escribió.
Poco después, la NZR ordenó una revisión independiente de la cultura y el ambiente que se vivía en el equipo.
Esa pesquisa determinó en abril pasado que se cometieron abusos como el favoritismo, la incomunicación, las críticas al cuerpo y comentarios culturalmente insensibles, en particular contra las jugadoras de la etnia minoritaria maorí y de las islas del Pacífico.
El informe agregó que las preocupaciones de Ngata-Aerengamate eran compartidas por otras jugadoras de similar origen, y también motivó la dimisión de Moore.
Según la entidad, un 50 por ciento de las jugadoras son maorí y un 25 por ciento de las Islas del Pacífico en las filas de las ‘Black Ferns’, campeonas mundiales en 1998, 2002, 2006, 2010 y 2017.
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