La coalición de izquierdas, Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes), de la que forma parte del PCF, consiguió este fin de semana situar para la segunda vuelta a 10 de sus candidatos en las 11 circunscripciones de votantes en el extranjero, lo que supone “un buen augurio” para Russel.
En su declaración, realizada al diario L’Humanité, consideró que “el acuerdo histórico que hemos sellado es una oportunidad excepcional para enviar una mayoría de diputados de izquierda a la Asamblea (Parlamento)”, recordó que de acuerdo a la composición de la Asamblea Nacional se nombra al primer ministro y que Nupes “estamos a la cabeza en las encuestas”, dijo.
El líder comunista confió en “evitar que (el presidente) Emmanuel Macron tenga vía libre con la mayoría absoluta” pero alertó que “la abstención es nuestro principal oponente” y para ello es necesario hacer una gran campaña que movilice “al 32 por ciento de los votantes que eligieron a uno de los candidatos de izquierdas en las elecciones presidenciales”, añadió.
Preguntado sobre la pérdida de poder adquisitivo, la principal preocupación para dos tercios de los franceses, Roussel abogó por una subida del salario mínimo a mil 500 euros, y una equiparación de las pensiones de jubilación a esta cantidad.
Con respecto al alza de la inflación consideró que con la excusa de la guerra en Ucrania los inversores y los grandes grupos aumentaron los precios, lo que les ha proporcionado “300 mil millones de dólares en dividendos sólo en el primer trimestre de 2022”, por lo que “serán necesarias medidas contundentes para congelar los precios y gravar a los especuladores”.
Roussel culpó a los defensores del neoliberalismo de haber vendido “nuestra soberanía industrial y energética”, de llevar “a nuestros hospitales públicos a la ruina” y les responsabilizó “de la quiebra de Francia”.
Frente a tal situación confió en que ante una victoria de la izquierda, y gracias al peso político y económico de Francia, “la Unión Europea abriría la posibilidad de redactar un nuevo tratado basado en la exigencia de progreso social”.
Por último señaló que “las fuerzas capitalistas se movilizarán plenamente contra nosotros y necesitaremos poderosas movilizaciones sociales, en las empresas y en las calles, para que los cambios esperados sean inevitables”, para lo cual será necesario “recuperar la confianza y la implicación de la gente, de los trabajadores”, dijo.
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