Tras una década sin exhibir su repertorio en tierra boricua, el artista aproxima al público local a 52 cuadros, los cuales evocan escenarios complejos y surrealistas, donde confluye el legado de los maestros de la pintura y el arte pop, apunta un comunicado.
Con una visión diferente, emergen entre los lienzos juguetes, animales y criaturas fantásticas, que permiten conocer las experiencias de Baronti en su periplo por el mundo, y su vida estrechamente ligada a l aisla caribeña por su madre puertorriqueña.
Según destaca el texto, Nómadas alude a los teatros de títeres medievales, al tiempo que «refleja la diversidad de influencias e intereses de Baronti, desde su educación clásica en Florencia hasta su estilo de vida nómada y su amor por los paisajes tropicales».
Luego de casi dos meses de inaugurado el proyecto, continúa generando curiosidad la selección de pinturas, entre las cuales destacan sus versiones de la Mona Lisa con influencias del estadounidense Andy Warhol y los Plátanos amarillos, de Francisco Oller.
«Baronti es un apasionado del Caribe y en su obra se manifiesta esta celebración de la luz, los colores, la flora y fauna, y en particular, los icónicos plátanos de su isla maternal», apunta el perfil oficial en la red social Facebook de la institución, al tiempo que exalta la fascinación del artista por la nación boricua.
Su última exposición en Puerto Rico data del 2012, cuando exhibió Anatomía de mis Sueños y previamente trajo a la isla la muestra Soy un incurable soñador, mientras su país natal y África han servido de galería para diversas colecciones individuales.
mgt/lbl