En una alocución nacional a los representantes de la sociedad civil de la isla, excluidos del cónclave, el mandatario aseveró que Washington no abordará la desigualdad económica y social que existe en el continente.
Tampoco, indicó el jefe de Estado, se analizará por que Estados Unidos y la región americana son los mayores afectaciones por la pandemia de la Covid-19.
El Departamento de Estado de la nación norteña no pretende realizar acciones prácticas a favor de la lucha contra el racismo, los derechos de las mujeres y niños y para paliar la situación incierta de los migrantes, agregó.
En las agendas del evento se pasará por alto el impacto del progresivo cambio climático, los desastres naturales, el terrorismo de Estado, la manipulación política a través de acciones desestabilizadoras en los gobiernos de este hemisferio, así como no se confirmará el derecho argentino sobre la Malvinas, ni el derecho de Puerto Rico a la independencia, señaló
El presidente puntualizó “en los documentos a aprobar no habrá pronunciamiento alguno contra las medidas económicas coercitivas unilaterales y su uso contra países de la región como arma de presión política”.
Además, dijo, se obviará el reclamo unánime de Latinoamérica y el Caribe, con respaldo casi absoluto de la comunidad internacional, a que se ponga fin la política hostil impuesta por Estados unidos desde hace 63 años.
También enfatizó en que la comunicación y la interacción intercontinentales son necesarias. “Deben existir espacios de diálogo y cooperación entre los que habitamos al sur del río Bravo y las naciones del norte”, subrayó.
La Cumbre, que comenzó el pasado lunes, tiene previsto las sesiones de alto nivel para el jueves y viernes próximos, pero aun persisten las incógnitas sobre cuáles representantes acudirán al cónclave.
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