Una historia representativa de la solidaridad internacional de Cuba que ya tuvo presentaciones exitosas en Alcalá de Henares, Madrid, Toledo y ahora llega a Gran Canaria y Tenerife en funciones hasta el próximo viernes. Luego, seguirá su andadura en Andalucía, Alicante y el País Vasco.
Fontán y la productora ejecutiva Tatiana Nemecek explicaron detalles de cómo nació la idea de la película en el seno del Espacio de la Fraternidad Argentino-Cubana, en 2018.
El joven director argentino detalló a Prensa Latina que en su primera incursión en Europa, antes en Italia, hay muchas expectativas de lograr difundir al máximo el documental que es un acercamiento en el deseo de contar algún sello distintivo de la Revolución cubana.
Surgió a propósito de su 60 aniversario en 2018, y al conocer la historia de los más de 26 mil niños de Ucrania, Rusia, Belarús y Moldavia, “cuidados y curados por el programa médico desarrollado en el Campamento Internacional de Pioneros de Tarará, entre 1990 y 2016 (…) nos pareció maravilloso poder profundizar en ese tema.
“Nos pareció también una epopeya de Fidel Castro y su pueblo”, aseguró el realizador del audiovisual que retrata la vida de Alexandr y Vladimir, dos niños ucranianos que sufrieron la radiación por el accidente nuclear de Chernóbil, en abril de 1986.
Fontán adelantó que en el País Vasco espera desarrollar la idea de ahondar en el tema de Guernika y su bombardeo, para avanzar en un nuevo proyecto de película con un símil en lo ocurrido en Argentina en 1955 cuando lanzaron explosivos a la Plaza de Mayo en un intento de derrocar a Perón.
Pensamos en abordar el asunto a partir de las improntas artísticas de Pablo Picasso y del artista argentino Daniel Santoro, precisó.
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