En mayo, el presidente estadounidense, Joseph Biden, anunció el levantamiento de varias restricciones referentes a la isla, lo cual formó parte de sus promesas de campaña electoral; sin embargo, ello no significa que pierdan su vigencia los aspectos más agresivos de las más de 200 medidas impuestas por el republicano Donald Trump en su mandato.
Con la publicación hoy en el Registro Federal de estas nuevas directrices es efectiva la posibilidad de que ciudadanos estadounidenses realicen viajes a Cuba, pero siempre en grupos, con motivos educativos y bajo determinadas restricciones.
Los norteamericanos continúan imposibilitados de realizar turismo en la isla y se mantienen con restricciones las transacciones con motivo de sus viajes.
Respecto a las remesas, se elimina la delimitación de los envíos a mil dólares cada tres meses, pero no se han especificado las características de este proceso, que necesita de licencias especiales para la operación de las compañías estadounidenses implicadas.
Estas medidas se unen a otras como el levantamiento de la prohibición de los vuelos a otras ciudades cubanas, con excepción de La Habana; que durante la pandemia de Covid-19 dificultó los contactos de ciudadanos y residentes en Estados Unidos con sus familiares en Cuba.
Cuba ha señalado que se trata de pasos en la dirección correcta pero muy limitados porque se mantienen vigentes las acciones coercitivas, varias de ellas con carácter extraterritorial, que forman parte del entramado legal del bloqueo estadounidense.
Al anunciar el cambio en su política hacia la mayor de las Antillas, Biden se refirió también a la posibilidad de que desde Estados Unidos se autorizaran inversiones con el sector no estatal, pero no ha trascendido la manera en que se aplicará esta medida.
Durante su mandato, el demócrata ha mantenido el grueso de las medidas implementadas por su predecesor Donald Trump, que en 2017 aprobó una directiva presidencial para recrudecer las sanciones económicas contra la isla caribeña, aun en medio de la pandemia.
La puesta en vigor de este paquete de acciones esta semana coincide con las fuertes críticas a la administración de Biden por la exclusión de Cuba de una cumbre regional con sede en Los Ángeles, California.
Varios jefes de Estado y de Gobierno declinaron su participación en la cita por su carácter excluyente y entre los que asistirán un grupo de ellos ha anunciado que plantearán la necesidad de poner fin al bloqueo estadounidense contra Cuba como un tema prioritario.
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