En declaraciones a Prensa Latina durante el conversatorio, organizado por la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba (Anaic), Ana Fidelia destacó que ese apoyo “se evidenció una vez más durante la pandemia de la Covid-19, con el envío a la isla de insumos médicos y otros recursos necesarios”.
Agregó que “también los italianos reconocen y agradecen mucho la ayuda brindada aquí por médicos cubanos, de la Brigada Henry Reeve, en ciudades como Crema y Turín, durante los días más difíciles del azote de esa enfermedad.
En el encuentro que se desarrolló en la sede de la Asociación de la Prensa Romana, la gloria del deporte en la isla caribeña campeona en múltiples eventos internacionales en 400 y 800 metros planos, compartió con los presentes aspectos de su carrera atlética y de su historia.
Narró sus inicios en el deporte con solo 12 años y como, gracias a su formación en Cuba, fue ganadora del Grand Prix de Atletismo de 1987 a 1991, así como las circunstancias de un terrible accidente que sufrió en 1993, tras el cual logró regresar a las pistas y obtener otros dos títulos mundiales.
Marco Papacci, presidente de la Anaic, agrupación nacida en 1961 en este país europeo, durante las manifestaciones contra la invasión mercenaria por Playa Girón, señaló que un ejemplo como el de Ana Fidelia demuestra que “Cuba ha hecho un buen trabajo, está haciendo un buen trabajo”.
Al responder preguntas de los participantes, la destacada atleta resaltó el papel jugado por el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, en el desarrollo del deporte en su país.
Expresó que “Fidel para nosotros los deportistas ha sido como un faro, una inspiración para luchar por la victoria en cada competencia”.
Se refirió al apoyo que este le brindó, así como todo el pueblo de Cuba, cuando tras el accidente sufrido estuvo al borde de la muerte y parecía imposible su regreso al atletismo.
Yo soy, como dice la canción de Raúl Torres, de “los agradecidos” a mi país, a Fidel y a la Revolución, enfatizó Ana Fidelia.
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