En entrevista especial concedida a la televisión cubana, Rodríguez expresó que esa reunión nació frustrada por la decisión del país anfitrión de excluir a Cuba, Nicaragua y Venezuela, lo cual fue rechazado por los integrantes de la Comunidad del Caribe (Caricom), el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y otros mandatarios.
Puntualizó que a pesar de esos desacuerdos, el gobierno de Estados Unidos no rectificó su decisión e intentó incluso negociar fórmulas discriminatorias mediante las cuales Cuba participara pero no en pie de igualdad con el resto de los participantes.
Ello motivó el enérgico rechazo de Cuba y el planteamiento del presidente Miguel Díaz-Canel de no asistir a ese evento en ningún caso, señaló el ministro de Relaciones Exteriores.
Quedó demostrado que Estados Unidos no tenía razones lógicas para excluir a Cuba de la cumbre ni tampoco el derecho de impedir esa asistencia por ser el anfritrión de la reunión, subrayó Rodríguez.
Expresó que Washington con su arrogancia y posiciones de dominación subestima a Nuestr América, una región que ha cambiado, pues –recordó- ya antes de la cumbre celebrada en Panamá, ante una situación similar, también un grupo de países manifestaron que no asistirían si la isla no era invitada.
El canciller cubano puntualizó más adelante que resulta conveniente la existencia de un mecanismo de diálogo entre América y Estados Unidos, pero siempre en pie de igualdad entre todos los Estados y de respeto a la soberanía de los países.
Consideró el alto funcionario cubano que la reunión de la ciudad de Los Ángeles evidenció el aislamiento y descrédito de Washington.
Allí, subrayó, se escuchó la voz de veinte países rechazando la exclusión de Cuba, al menos 11 se pronunciaron en contra de la política de bloqueo, se planteó la necesidad de borrar a la isla de la lista de naciones patrocinadoras del terrorismo e incluso se enalteció la labor altruista de los médicos cubanos, todo lo cual demuestra el fracaso de Estados Unidos.
Señalo además que la Organización de Estados Americanos (OEA) quedó muy mal parada por el rechazo tajante a ese mecanismo que se ha desacreditado.
A juicio del canciller cubano, estas cumbres confirman la “importancia vital” de los mecanismos de y para Nuestra América, en los cuales la concertación política y la integración resultan inseparables y de extraordinaria validez.
Señaló más adelante que a pesar de la exclusión, Cuba estuvo presente, en los salones de la reunión de alto nivel, en la prensa local e internacional, y en las actividades de la Cumbre de los Pueblos, en la cual se escuchó también la voz de los representantes de la sociedad civil de la isla a pesar de que tampoco pudieron asistir.
Asimismo aseguró que en esta última también se patentizó el reconocimiento y admiración a Cuba de amplios sectores de la sociedad estadounidense, muchas de cuyas organizaciones han brindado su apoyo solidario al pueblo cubano.
Finalmente, el canciller aseguró que en esa presencia de Cuba en todos esos eventos, en los medios informativos de Estados Unidos e internacionales y en las redes sociales el pueblo de la isla es el que merece el crédito de ese protagonismo, por la simpatía internacional que despierta por su entereza en medio de tantas dificultades.
La batalla que dimos en Los Angeles, subrayó Rodríguez, fue una victoria de Cuba y los pueblos de América y un fracasó de Estados Unidos.
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