Según el reporte del Centro Interprofesional Técnico de Estudios de la Contaminación Atmosférica (Citepa), el país emitió el pasado año 418 millones de toneladas equivalentes de dióxido de carbono, un estimado superior al realizado en 2020.
La entidad precisó que el incremento de un 6,4 por ciento respecto al 2020 se explica porque el 2021 fue el año del despegue de la economía y de la industria, tras la parálisis provocada por la pandemia de la Covid-19.
Si bien el Citepa reconoció la tendencia a la baja del último lustro en el lanzamiento a la atmósfera de gases que aceleran el calentamiento global, el gobierno francés enfrenta el reclamo de expertos y de organizaciones no gubernamentales de hacer mucho más frente al cambio climático.
El Acuerdo de París pretende mantener el aumento de las temperaturas por debajo de dos grados centígrados, 1,5 grados de ser posible, en relación con la época preindustrial, un desafío en el que los países ricos deben dar el mayor aporte, a partir de su responsabilidad histórica en la contaminación.
A raíz de la reelección del presidente Emmanuel Macron en abril, el capítulo francés de la organización ambientalista Greenpeace manifestó desconfianza en las promesas del mandatario de fortalecer la lucha contra el cambio climático, y pidió acciones concretas en esa dirección.
Juzgaremos su gestión por los actos y las pruebas concretas, dijo a la cadena Franceinfo el director general de Greenpeace Francia, Jean-François Julliard, quien criticó al jefe de Estado por incumplir sus propuestas ecológicas en los cinco años en el Palacio del Elíseo.
De acuerdo con el activista, los defensores del medioambiente están decepcionados y se han sentido incluso traicionados por las promesas no atendidas de Macron.
car/wmr