Antes de iniciar una gira que lo llevará a Rumanía y Moldavia, y tal vez también a Ucrania, según algunas fuentes, el mandatario realizó desde el aeropuerto de Orly un pedido que medios de prensa consideran inusual, presumiblemente fruto de un escenario de urgencia.
Nada sería peor que agregar el desorden francés al desorden mundial, opinó Macron en un contexto marcado por proyecciones de encuestas y de analistas que dan por bastante probable la posibilidad de que la coalición Juntos, encabezada por el partido gobernante La República en Marcha, pierda la mayoría absoluta en la Asamblea.
De acuerdo con los sondeos, el oficialismo seguirá después del domingo 19 de junio con la mayor cantidad de diputados en el Hemiciclo, pero pudiera no llegar a los 289 requeridos para el control absoluto del Palacio de Borbón, ante el empuje de la alianza de las fuerzas de izquierda Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes).
Para el jefe de Estado sería complicado tener que recurrir a pactos para poder impulsar sus programas, ante una oposición que en su primer mandato de cinco años rechazó varias de sus iniciativas olvidándose puntualmente de su diversidad política, obstáculo que Macron sorteó gracias a su dominio de la Asamblea.
En sus breves palabras antes de viajar, el presidente francés instó a los electores a acudir a las urnas el domingo, después de una abstención récord hace dos días para la primera vuelta de unos comicios legislativos, superior al 52 por ciento, más de 25 millones de las casi 49 millones de personas registradas en el padrón.
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