Diseñado para fortalecer la resiliencia comunitaria y en pos del robustecimiento de los sistemas alimentarios locales, los participantes en el evento que da cierre a la ejecución del programa visitarán centros productivos y educacionales donde se produjeron trasformaciones.
Según manifestaron los involucrados en su puesta en marcha, uno de los mayores méritos de ProAct fue establecer un vínculo directo entre agricultores y entidades docentes de la enseñanza prescolar y primaria, lo cual contribuyó al suministro de vegetales y hortalizas frescas para el consumo de la población infantil.
Destacaron igualmente la entrega de bienes a los agricultores como sistemas de riego con paneles solares y el trabajo desplegado con los compradores de alimentos de las instituciones escolares para que el proceso privilegiara un enfoque nutricional adecuado en el caso de los menores.
El proyecto se ejecutó durante tres años en los municipios villaclareños de Corralillo, Caibarién, Sagua la Grande, Quemado de Güines, Encrucijada, Camajuaní y Remedios, afectados por la sequía y los estragos causados por el huracán Irma en 2017.
Este se caracterizó por acortar la cadena mediante la cual los educandos acceden a una dieta rica en vegetales.
En la primera de las jornadas del taller, celebrada ayer, los expositores debatieron sobre el impacto de la iniciativa en la creación de puestos laborales para las mujeres de dichas localidades. Igualmente, acerca de las actividades de capacitación para el personal docente en cuanto a la importancia de una alimentación balanceada, y en torno al fortalecimiento de las capacidades productivas.
La coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas en Cuba, Consuelo Vidal, ponderó los esfuerzos promovidos por ProAct, cuyo propósito buscó desde sus inicios mitigar los efectos del cambio climático y potenciar las acciones en favor de la seguridad alimentaria en las regiones involucradas.
Con un enfoque integral, el programa proveyó igualmente de equipamiento nuevo a las estaciones meteorológicas municipales, tras lo cual estas entidades fueron capaces de ofrecer estudios de peligros, vulnerabilidades y riesgos a las fincas agrícolas asociadas de los municipios seleccionados.
El proyecto cuenta con el asesoramiento del Programa Mundial de Alimentos y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, y con un financiamiento de dos millones de euros provistos por la Unión Europea.
El taller sobre sus resultados se efectuará hasta mañana, con la asistencia de un centenar de especialistas de los ministerios de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, de Educación, Agricultura y Salud y la Defensa Civil.
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