El tributo, realizado en la Casa del Maestro de la capital peruana, coincide con que los cuatro nacieron en junio, mientras los expositores destacaron sus virtudes y significado para los pueblos.
El diplomático cubano Carlos Portela disertó sobre el héroe cubano Maceo y el revolucionario argentino-cubano Che Guevara, y el excanciller peruano Héctor Béjar sobre Mariátegui, pionero de socialismo aquí, y Velasco, quien encabezó entre 1968 y 1975 un proceso de profundas reformas.
Portela se refirió a la importancia de Maceo en la lucha por la independencia de Cuba y de la Protesta de Baraguá que lanzó en marzo de 1878 contra el Pacto del Zanjón, firmado por un sector del movimiento independentista con el gobierno colonial para detener la llamada Guerra de los Diez Años.
El diplomático indicó que ese gesto influyó en la forja del carácter de los cubanos con su ejemplo de intransigencia patriótica y relató que tras aquel episodio Maceo salió al exilio y estuvo en Honduras, Costa Rica y Panamá y visitó en 1888 Perú.
Añadió que exactamente 83 años después de nacer Maceo el 14 de junio de 1845, llegó al mundo Ernesto Guevara, “un hombre de nuestra América y universal, ejemplo para la juventud de las generaciones actuales y futuras”.
Tras recordar la importancia de su paso por Perú para el desarrollo político del Che, citó el elogio del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, al Che revolucionario y como ser humano, altruista y entregado a la causa de América Latina.
Portella añadió que los cubanos aprendieron del Che a sentir en carne propia cualquier injusticia en cualquier parte del mundo y a asumir cualquier tarea revolucionaria y de la entrega de su vida a lograr el triunfo de la revolución en América Latina y el mundo.
El ejemplo del Che está presenta en las tareas actuales, como la lucha contra el bloqueo económico, militar y financiero de Estados Unidos, manifestó.
Esa política no ha logrado el objetivo de derrotar a la isla, y frente a adversidades como la pandemia de Covid-19, Cuba la enfrentó con vacunas y fármacos creados por sus científicos, agregó.
Béjar, por su parte, dijo que Mariátegui y Velasco coincidieron en la obsesión de cambiar su país y fueron consecuencia de grandes esfuerzos colectivos e intelectuales.
Mencionó en el caso del socialista la resistencia indígena contra la ocupación extranjera tras la Guerra del Pacífico, las luchas de los indígenas andinos y amazónicos, las primeras luchas obreras y el pensamiento anarquista y el marxismo en lo intelectual y político.
Añadió que Mariátegui dejó una gran huella como líder de un proceso que estará cumplido cuando Cuba, Venezuela y Nicaragua no estén solas, sino acompañadas por los pueblos de Nuestra América.
También Velasco, dijo, es consecuencia de las luchas campesinas por la tierra, los movimientos populares y las revoluciones de militares de diverso signo, así como el auge de las ciencias sociales y la Teología de la Liberación renovadora del clero.
En el contexto del general nacionalista, mencionó los movimientos y luchas militares progresistas en países de la región como Brasil, Argentina, Venezuela, República Dominicana y otros.
acl/mrs
