«No, no creo que lo sea», afirmó Biden cuando se le preguntó si dicha situación resulta más probable que nunca durante un encuentro con periodistas en la ciudad de Rehoboth Beach, en el estado de Delaware.
Agregó que habló con el exsecretario del Tesoro Larry Summers y que este seguía sin creer que una recesión fuera inevitable.
«Estuve hablando con Larry Summers esta mañana y no hay nada inevitable», declaró el mandatario e hizo énfasis en los esfuerzos que realiza su Gobierno en reducir los costos de la salud y la reforma fiscal como medidas para combatir la inflación.
En días recientes, Biden responsabilizó a la gestión de su predecesor Donald Trump de la situación económica actual así como del estado del mercado laboral, y dijo que el déficit explotó y no dejó una «muy buena situación».
Según el último Índice de Precios al Consumidor (IPC), indicador de inflación del Gobierno, la gasolina aumentó su precio en un 8,6 por ciento en los últimos doce meses, y terminó en mayo por encima del ritmo expuesto hasta abril.
El IPC reveló también que existe un aumento del seis por ciento en los precios básicos en el mismo período y superior al mes anterior.
Los datos reflejan los mayores saltos de dichos valores experimentados desde 1981.
Los precios de la energía en general aumentaron un 34,6 por ciento en comparación con los de hace un año, impulsados por un salto de casi el 50 por ciento en los del gas en el último año, con un aumento del 4,5 por ciento sólo en el último mes.
Otras formas de energía también han experimentado elevados costos como la electricidad, cuyo valor aumentó un doce por ciento.
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