Según la Agencia de Noticias Sonna, los radicales obligaron a los galenos de una clínica sanitaria, ubicada en el distrito de El-Bur, a que les dieran el alta médica incluso a niños desnutridos y mujeres embarazadas.
Los ingresos de los radicales ocurren luego de que el pasado viernes unos 80 elementos insurgentes de Al-Shabab resultaron lesionados en enfrentamientos entre la milicia armada y las tropas gubernamentales en la localidad de Bahdo, en la propia demarcación de Galmadud.
En esos choques armados, también murieron 70 integrantes del grupo extremista, lo cual se considera por mandos castrenses, como un gran golpe para el enemigo, el cual controla áreas del centro y sur de este territorio.
Las fuerzas del Ejército nacional no dieron detalles adicionales sobre las bajas sufridas en sus filas.
Somalia, país dividido y sin un gobierno central fuerte desde 1991 cuando fue derrocado por milicias aliadas el entonces presidente Mohamed Siad Barre, sufre los embates de la violencia, con saldo desde 2009 de cientos de fallecidos y heridos.
Ante esa compleja situación, recientemente el nuevo presidente, Hassan Sheikh Mohamud, prometió que durante su mandato arreciará la lucha armada contra el ente radical, con movilización de más fuerzas militares y recursos.
Mi tarea es trabajar con las partes interesadas para derrotar a Al-Shabab, expresó el mandatario, quien acusó a esa organización de extorsionar en zonas rurales a agricultores locales, muchos de los cuales se trasladaron a campos de desplazados internos.
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