Según el informe oficial, en mayo 293 personas perdieron la vida en las carreteras, y una cifra ligeramente inferior en abril.
Para el delegado interministerial de Seguridad Vial, David Julliard, ello supone “un llamamiento a todos los conductores para que se conciencien de la necesidad de invertir esta curva, ya que es el segundo mes consecutivo en el que se produce un deterioro”.
En cuanto a la segmentación por grupos de edad, la mayor mortalidad correspondió a los jóvenes de 18 a 24 años, con 51 muertes en mayo, lo que significó un aumento del 27 por ciento en relación con el mismo mes de 2019 y del 54 por ciento del año anterior.
Por su parte, la tasa de mortalidad de los conductores de vehículos motorizados de dos ruedas casi se duplicó en tres años, pasando de 50 muertos a 92, y lo que estadísticamente venían a representar “una de cada cinco muertes, ahora es una de cada tres. Esto es realmente preocupante”, lamentó Julliard.
Por último el responsable también citó el caso de las muertes de ciclistas que en mayo casi se cuadruplicaron llegando a 22 fallecidos, frente a solo seis dos años antes, y recordó que “uno de cada tres ciclistas muere solo, sin colisionar con otro usuario”, por lo que apeló a tomar “medidas de precaución y, en particular, del uso del casco, que es muy recomendable”, dijo.
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