En la sede de la institución, recibieron su toga Ingryd Teresa Santos y Yanelis Ponce, quienes fueron juramentadas por Rubén Remigio Ferro, titular de la máxima autoridad judicial en la isla.
Al agradecer la confianza en su desempeño, Santos expresó el compromiso de ambas con su nueva responsabilidad y la voluntad de consagrar sus saberes y empeños en la realización de la justicia en nombre del pueblo, en correspondencia con los principios éticos y postulados de Cuba, y en favor de su proceso de transformaciones sociales.
En el acto se otorgó, además, la distinción de Magistrado Emérito a Plácido Batista, presidente de la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del TSP, y a María Caridad Bertot, integrante de la Sala de lo Penal de ese órgano desde 2006.
Tras recibir el reconocimiento por su labor al servicio de la judicatura, Batista y Bertot calificaron de un alto honor impartir justicia en nombre del pueblo de Cuba, y contribuir con la edificación del Estado socialista de derecho y justicia social proclamado en la Constitución.
Señalaron que trabajo, disciplina, modestia y lealtad, caracterizan la labor de quienes tienen hoy la responsabilidad de llevar adelante la más profunda reforma judicial y procesal del país, y reafirmaron su compromiso irrenunciable con esos preceptos.
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