Entre el 11 y el 12 de este mes 86 civiles inermes fueron ultimados por miembros de grupos islamistas y desde entonces unas 30 mil personas abandonaron el área, según estadísticas difundidas en esta ciudad, capital del país, por el Consejo Nacional de Emergencias y Rehabilitación (Conasur, por sus siglas en francés).
El gobierno militar, presidido por el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, declaró tres días de luto nacional en honor de las víctimas de la masacre y prometió acciones inmediatas contra los atacantes, sin resultados tangibles hasta el presente.
El militar lideró al golpe que a fines de enero pasado derrocó al presidente Roch Marc Christian Kaboré, acusado por la oposición y sectores populares de inación contra Al Qaeda y Estado Islámico, los grupos mislamistas que acción en este país.
Los desplazados provienen de 27 aldeas del área de Seytenga, próxima a la frontera con Níger, uno de los países del Sahel donde los grupos armados islamistas están implantados y, al parecer, tratar de abrirse paso hacia África Occidental donde sus teorías no han prendido.
El Sahel es una zona del norte del continente africano que limita al norte con el Sahara, y al sur con la sabana sudanesa. En la dirección oeste-este, se extiende desde el océano Atlántico hasta el mar Rojo y atraviesa todo el continente africano.
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