La publicación señala que si bien en enero de este año el IPC se situaba en 194,46, al concluir el quinto mes había aumentado en casi 20 puntos, mientras la variación con respecto a abril es del 3,55 por ciento.
Las tres divisiones que mayor efecto tuvieron en ese resultado para el mes de mayo fueron los alimentos y bebidas no alcohólicas (79,24 por ciento), los restaurantes y hoteles, y los bienes y servicios diversos.
De acuerdo con el informe de la ONEI, la variación acumulada del IPC en el año es del 10,35 por ciento, mientras que con respecto al 2021 asciende al 26,16 por ciento.
El acápite de alimentos y bebidas no alcohólicas es igualmente el que más incrementa de un año a otro (43,27), donde el precio de la carne de cerdo y otros productos cárnicos son los de mayor aumento.
El apartado de restaurantes y hoteles, así como las bebidas alcohólicas y el tabaco, igualmente crecen en el año, donde resulta significativa además la subida del transporte, todo lo cual impacta directamente en la capacidad de compra de la población.
A ello se refirió el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil, durante la sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional (parlamento) de Cuba en mayo último, cuando presentó al legislativo más de un centenar de medidas para actualizar la estrategia económica y social del país con vistas a superar la difícil situación actual.
Gil sostuvo que la recuperación gradual de la capacidad de compra con los ingresos provenientes del trabajo tiene que ser el centro de la actuación, a través de una mayor producción y eficiencia, para incrementar la oferta.
Por ello, las disposiciones apuntan a asuntos como la estabilidad macroeconómica, y el incremento de la producción nacional y de las exportaciones.
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