En la cita los siete países más industrializados del orbe apostaron una vez más por las presiones económicas contra Moscú, incrementadas de forma escalonada desde finales de febrero tras el operativo militar especial desplegado por el Kremlin en el Donbass.
Ese territorio sufre el asedio de Kiev desde hace más de ocho años, bajo la mirada pasiva de la comunidad internacional que ahora condena al Kremlin, afirmó de forma reiterada el presidente del gigante eslavo, Vladimir Putin.
Pese a las declaraciones de Rusia sobre ese despliegue, ejecutado a petición de los gobiernos de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, Occidente y la Unión Europea (UE) arreciaron sus políticas sancionatorias.
En la cita alemana participa de forma virtual el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien pidió más presión contra el gobierno de Putin.
Mientras la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que el bloque comunitario mostró su apoyo a Ucrania la pasada semana al concederle el estatus de candidato a integrar el bloque.
Pero analistas consideran ese hecho como carente de importancia en el contexto actual pues varios países ostentan hoy esa condición, algunos desde hace más de un lustro, y todavía no ingresaron al mecanismo integracionista.
Por otra parte el Kremlin advirtió del efecto bumerang de las sanciones occidentales, hecho que ya es evidente en el actual contexto económico mundial, y ratificó su derecho a defender los territorios del Donbass, de mayoría ruso parlante.
mv/ehl
