El acusado trabajó en el campo de concentración nazi de Sachsenhausen, cerca de esta capital entre 1942 y 1945, y «apoyó conscientemente el exterminio masivo» en el desempeño de su cargo, sentenció Udo Lechtermann, juez que presidió la sala, según la prensa local.
En tanto la defensa exigió la absolución del acusado y apeló al Tribunal Supremo bajo el criterio de que trabajar como guardia en un campo de concentración no es motivo suficiente para una condena.
Alrededor de 200 mil prisioneros estuvieron internados en Sachsenhausen entre 1936 y 1945.
Decenas de miles murieron de hambre, a causa de las enfermedades, los trabajos forzados, experimentos médicos y malos tratos, víctimas de las acciones sistemáticas de exterminio de las SS, según los historiadores.
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