Un país pequeño como Guadalupe asumió la responsabilidad del debut, y todos cruzan dedos para que la fiesta deportiva caribeña quede lo mejor posible para cerrar el ciclo geográfico de lo más pequeño a lo más grande (Caribe, Centroamericanos, Panamericanos y Juegos Olímpicos).
Tantos años de espera para tener al fin una cita regional como esta no pueden irse por la borda, aun cuando se trate de un certamen modesto, con algunas disciplinas que no son las más conocidas y otras con notable reducción de su aforo, pero lo importante es que deportistas de unos 30 países competirán hasta el 3 de julio.
El espíritu es pugnar en el ámbito puramente caribeño, y lo mejor es que lo harán las estrellas del futuro, pues ningún competidor sobrepasa los 23 años de edad.
En el caso de Cuba, se espera sea la dominadora de la clasificación general, a pesar de que los directivos nunca dieron un pronóstico en cuanto a títulos.
Su condición de mayor isla del Caribe así lo amerita, incluso cuando las disciplinas convocadas no sean las más afines.
Varios de los miembros de la delegación cubana ya brillaron el pasado año en los I Juegos Panamericanos Junior y de ellos se espera lo máximo, como son los casos de varios representantes del atletismo, el judo y la natación. En particular fueron 25 los que brillaron en la justa colombiana, con cosecha de cinco medallas de oro, tres de plata y tres de bronce.
La fiesta del Caribe está por comenzar, esperemos que todo vaya bien y logre mantenerse en el calendario deportivo internacional.
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