En una modesta pero muy musical ceremonia inaugural la comitiva cubana arranco muchos aplausos entre los presentes en el estadio nacional Serge Nabajoth.
Cada pabellón desfiló escuchando un ritmo representativo de su cultura, hasta completar los 30 países de la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales del Caribe (Canoc).
Como es tradición, la delegación local fue la última en salir a la pista, y encendió las tribunas al ritmo de carnaval con la música del grupo Akiyo, asociado aquí a la resistencia a la colonia.
El presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, aseguró en un mensaje de vídeo que Guadalupe está haciendo historia desde ya por haber hecho realidad el evento, a pesar de dos posposiciones.
A su turno, el titular de la organización caribeña, Brian Lewis, destacó que contra todas las barreras se hizo historia porque la fuerza está en la unidad.
Seguidamente entró al estadio la caracola que sustituyó la tradicional antorcha, y desde el escenario siete muchachas, en representación de los deportes convocados, subieron al escenario con sendos caracoles para producir la señal musical tradicional de ese elemento.
Gran ovación despertó la presencia de la doble campeona olímpica Laura Flessel, oriunda de este ultramarino territorio francés, quien portó la caracola.
La fiesta del Caribe acaba de comenzar.
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