La media de nuevos contagios diarios en suelo galo supera los 80 mil, después de que la víspera se reportaran casi 150 mil infectados, una cifra sin precedentes desde abril, que ratifica la llegada de la séptima ola de la pandemia, atribuida a la circulación de las subvariantes BA.4 y BA.5 de la variante Ómicron del patógeno.
El pasado jueves, Salud Pública Francia fijó en un 41 por ciento la presencia de la BA.5 en las muestras secuenciadas, por lo que se espera que en el informe de mañana de la entidad ya sea mayoritaria, o este muy cerca de serlo.
De acuerdo con los especialistas, la contagiosa subvariante detectada por primera vez en Sudáfrica provoca los mismos síntomas de la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2, pero estos demoran mucho más tiempo en desaparecer.
A nivel nacional la tasa de incidencia en Francia sobrepasó los 700 contagios con la Covid-19 por cada 100 mil habitantes, después de caer de los 200 a principios de junio.
Ante el desafiante panorama epidemiológico, el cual coincide con la llegada de las vacaciones veraniegas, autoridades de diversos sectores llamaron en los últimos días a retomar el uso de la máscara en el transporte público y en espacios cerrados, una indicación que por el momento permanece al nivel de recomendación.
Se trata de un deber ciudadano frente al rebrote, afirmó el lunes la ministra de Salud Brigitte Bourguignon.
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