Al hablar en la Conferencia de los Océanos impulsada por la ONU, con el concurso de Portugal y Kenya, el viceministro primero del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) de Cuba, José Fidel Santana, recalcó el peso que estos asuntos representan en la supervivencia de los pequeños estados insulares para el desarrollo.
Partiendo de la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, destacó que la cita en Lisboa, “nos une en un objetivo común: proteger y conservar nuestros mares y océanos”.
Santana dijo que Cuba ratifica que la protección del ambiente a nivel global, debe estar alineada con el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, así como la imperiosa cooperación regional e internacional, especialmente en los países del Caribe, vulnerables y dependientes de sectores como el turismo.
El viceministro primero del Citma refirió que la mayor de las Antillas favorece la instrumentación de modelos de desarrollo sustentable, que descansen en el conocimiento científico y la tecnología, ética, política ambiental orientada a la sostenibilidad del desarrollo y que reflejen las circunstancias nacionales.
Además, el fortalecimiento de los medios de implementación, como recursos financieros de fuentes multilaterales, creación de capacidades y transferencia de tecnologías, entre otras.
“Defendemos la promoción de los océanos como fuentes de energías limpias y sostenibles, así como la necesidad de financiamiento al desarrollo de una economía circular que promueva la gestión de los derechos”, agregó.
Para Cuba, los temas vinculados al medio ambiente tienen una prioridad estratégica, lo cual se refleja en la nueva Constitución de la República, aprobada en el 2019, donde se reconoce como derecho ciudadano “vivir en un ambiente sano y equilibrado”, resaltó.
De otro lado, Santana comentó que una nueva Ley del Sistema de Recursos Naturales y Medio Ambiente, aprobada recientemente, “dedica parte de sus articulados a la protección especial de nuestras aguas interiores y los mares que nos rodean”.
Detalló que en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, Cuba se propuso metas ambiciosas con el agua, reducción del plástico; prevención y enfrentamiento de los delitos e ilegalidades que afectan la flora y fauna silvestre.
Además, el 24 por ciento en generación de energía de fuentes renovables, y mayor empleo de transporte terrestre más bajo en emisiones.
“En 2017, nuestro país aprobó el Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático (Tarea Vida)”, apuntó.
Mencionó también el proyecto de Resiliencia costera al cambio climático en Cuba, denominado Mi Costa, aprobado por la Junta del Fondo Verde del Clima, pese a la solitaria oposición de Estados Unidos, “como demostración de lo visceral que es el bloqueo que dura más de 60 años simplemente por razones políticas”.
Lamentó que persistan visiones egoístas e inamistosas, medidas unilaterales y bloqueos económicos, que “hacen un flaco favor a la promoción de mares y océanos más limpios, así como a la transición a economías más sostenibles y de acuerdo a las vulnerabilidades e igual oportunidades”.
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