En un reporte preliminar, la fuente oficial atribuyó el incremento a la aceleración de los precios de la energía y la alimentación.
Respecto a junio del 2021, el costo de la energía subió en Francia un 33,1 por ciento y el de los alimentos un 5,7 por ciento, mientras los servicios escalaron un 3,2 por ciento, según el Insee.
La inflación había superado en suelo galo en mayo la barrera del cinco por ciento (5,2), un comportamiento sin precedentes desde 1985.
Desde hace meses, el deterioro del poder adquisitivo constituye la principal preocupación de los franceses, con sindicatos de varios sectores que han protagonizado protestas en reclamo de aumento salarial, entre ellos la salud y el transporte público.
El conflicto en Ucrania y las sanciones de occidente contra Rusia disparan los precios de productos básicos en Europa.
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