Fundado en esta fecha, pero de 1986 por Fidel Castro, líder histórico de la Revolución cubana, el CIGB imprime su nombre en la historia científica de la isla y el mundo por el desarrollo de varios fármacos y vacunas como dos de los cinco inmunógenos cubanos contra la Covid-19: Mambisa y Abdala.
Abdala, primera vacuna concebida en América Latina, demostró un 92,28 por ciento de eficacia en su ensayo clínico fase III y millones de dosis ya han sido puestas en la nación caribeña y en otras como Venezuela, Nicaragua, República Árabe Saharaui Democrática y Vietnam.
Datos del propio centro señalan que unos 40 millones de dosis de la vacuna Abdala fueron entregadas al Sistema de Salud cubano para la vacunación masiva contra la Covid-19.
Mambisa por su parte, se coloca entre los inmunógenos concebidos a nivel global para administrar de forma nasal y atacar así, la entrada principal del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la pandemia de Covid-19.
El CIGB trabaja también en otras temáticas y plataformas tecnológicas, entre ellas las proteínas recombinantes, la síntesis química y los péptidos sintéticos.
En entrevista a Prensa Latina, Gerardo Guillén, director de investigaciones biomédicas de ese centro, explicó que se labora en diferentes hospederos de impresión de proteínas, como pueden ser las levaduras, células de mamíferos y las bacterias.
Asimismo, investigan en otras plataformas de diagnóstico, vacunas y soluciones terapéuticas.
Entre los productos más reconocidos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología se encuentra el Heberferón, consistente en una mezcla de los interferones alfa y gamma, pero contenido en un solo vial con propiedades sinérgicas basadas en su actividad antiproliferativa.
Con la llegada de la Covid-19, esta sustancia inyectable recibió en el mes de mayo de 2020, un autorizo para su introducción en los protocolos de tratamiento contra la enfermedad en Cuba.
El CIGB incorporó en ese plan la formulación de IFN-alfa-2b-humano recombinante para administración a través de gotas nasales —Nasalferón—, el cual logra una protección frente al coronavirus SARS-CoV-2.
De igual modo, los proyectos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología incluyeron el CIGB 814, un péptido sintético alterado derivado de la proteína 60 humana de choque térmico (HSP60). Este antígeno se ha implicado en la patogénesis de la artritis reumatoide.
Jusvinza, también de la institución, se convirtió en otra alternativa terapéutica para controlar la hiperinflamación, regular la respuesta inmunitaria y reducir el riesgo de mortalidad en pacientes con la Covid-19.
Otro medicamento producido por el centro es el Heberbiovac HB, proteína obtenida mediante procedimientos de recombinación del ADN (ácido desoxirribonucleico).
A cargo del CIGB han estado productos líderes de la ciencia en la isla, como la vacuna contra la hepatitis B, el factor de crecimiento epidérmico, la vacuna Heberpenta y la elaboración de la estreptoquinasa, obtenida por primera vez en el mundo.
Cuenta en su haber con uno de los medicamentos más reconocidos en el ámbito internacional: el Heberprot-P, fármaco único y exclusivo, diseñado para tratar úlceras del pie diabético y que disminuye el riesgo de amputación.
‘Todos esos proyectos están respaldados por patentes y son fruto del trabajo de más de 350 investigadores pertenecientes a nuestro centro, el 90 por ciento de ellos con títulos de doctor o máster en ciencias’, subrayó Guillén.
En 2021 el CIGB fue reconocido como una empresa de Alta Tecnología en Cuba y Vanguardia Nacional.
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