El grupo de aviación establecido en Dinamarca, Suecia y Noruega, cuyo centro de operaciones radica en el aeropuerto de Copenhague-Kastrup, afirmó en un comunicado que continúan con los mecanismos de mediación para poner fin al paro «lo antes posible».
Las acciones del grupo SAS en la Bolsa de Estocolmo cayeron en 6,5 por ciento, tras el anuncio suscitado por el cierre sin acuerdos de la primera ronda de conversaciones entre pilotos y directivos.
«Una huelga en estos momentos es devastadora para SAS y pone en riesgo el futuro de la compañía, incluidos los puestos de trabajo de miles de compañeros», afirmó el consejero delegado, Anko van der Werff.
El objetivo, dijo, es llegar a un acuerdo que garantice «la competitividad a largo plazo y la sostenibilidad financiera».
Sin embargo, se espera que más de 900 pilotos secunden la huelga esta semana, después de que el convenio colectivo expiró en marzo y colapsaron las negociaciones iniciadas en noviembre para uno nuevo.
En plena temporada vacacional las consecuencias para los viajeros serán duras: SAS prevé la cancelación desde este lunes de aproximadamente el 50 por ciento de los vuelos, lo que afectará a unos 30 mil pasajeros por día.
Los perjudicados tendrán la posibilidad de solicitar un reembolso de sus billetes o de cambiar su reserva, aunque la opción de conseguir vuelos similares será «muy limitada».
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