El documento, presentado por los concejales Darryl Brackeen, Sarah Miller y Alex Guzhnay, exige a Washington eliminar las restricciones al comercio y los viajes entre los dos países y trabajar para retomar a plenitud las relaciones diplomáticas y consulares.
El fin de las medidas coercitivas contra Cuba permitiría a las empresas de New Haven colaborar con instituciones de investigación biotecnológica y médica de la nación caribeña en el desarrollo de medicamentos, pruebas clínicas, genética y dispositivos, indica la resolución.
El texto advierte que el bloqueo contribuye en gran medida a la escasez de alimentos, combustible y suministros médicos en el territorio cubano.
La resolución de New Haven se suma a los llamados de otras urbes estadounidenses, como Hartford y Boston, que también piden el levantamiento de las sanciones contra el país antillano.
Para José Oro, vicepresidente del grupo No Embargo Cuba Movement (NEMO), ese llamado es una señal importante que envían a Biden las bases de votantes del Partido Demócrata, las cuales le exigen un papel más activo respecto a Cuba.
El pueblo de Estados Unidos, -y muchas más personas de las que es capaz de juntar la derecha de Miami-, está en contra del bloqueo, y eso los demócratas deben tenerlo en cuenta de cara a las elecciones intermedias de noviembre, expresó Oro.
Aunque la administración Biden se comprometió a revertir la política hacia Cuba de su predecesor Donald Trump (2017-2021), en la práctica mantiene la misma estrategia del antiguo gobernante con algunas medidas calificadas de tímidas.
En mayo pasado, el gobierno estadounidense anunció la eliminación de los límites a las remesas, la reautorización de los llamados viajes grupales pueblo a pueblo y del programa de reunificación familiar, todo suspendido por Trump.
También hablaron de ampliar los servicios consulares en su embajada en La Habana y se restablecieron los vuelos regulares y chárter a las provincias cubanas.
Para La Habana, esas regulaciones con supuestas flexibilizaciones no son señal de un cambio radical de la política hacia Cuba.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, señaló que se mantienen vigentes el bloqueo económico y los aspectos más agresivos de las más de 200 medidas adoptadas por el anterior mandatario republicano.
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