Según una nota de prensa de la presidencia siria, el mandatario se reunió con los expertos, técnicos y trabajadores nacionales que estuvieron a cargo de la reparación y rehabilitación de este grupo con una capacidad de 200 megavatios.
Tras estar al tanto de las obras de rehabilitación de las otras cuatro unidades de la planta, el gobernante calificó el personal eléctrico como un verdadero ejército que está en la segunda línea del frente.
Es un mensaje de que todos los obstáculos y las dificultades caen ante la voluntad y determinación de los trabajadores que mostraron dedicación y honestidad, aseguró.
De acuerdo con el presidente, Alepo es la provincia que más ha sufrido del terrorismo y el sabotaje y, por lo tanto, su población tiene derecho a ser la mayor beneficiaria de la reconstrucción de esta central.
Antes de 2011, el país generaba nueve mil megavatios y esa cantidad se redujo a tan solo 900 en 2015, y luego se logró aumentarla a dos mil 200 mientras se necesitan en la actualidad siete mil megavatios.
Según datos gubernamentales, cinco de las 11 centrales que disponía Siria antes de la guerra fueron destruidas por los terroristas.
Siria estimó recientemente el valor de pérdidas directas e indirectas en el campo de electricidad en 100 mil millones de dólares
Para recuperar este sector, el Gobierno comenzó varios proyectos como la construcción de una central en la provincia costera de Latakia y reconstruir las de Alepo y de Tishreen cerca de Damasco.
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