«Hubo evaluaciones sobrias de las causas objetivas de los choques económicos, que son de naturaleza multifactorial. Entre ellos, la inflación provocada por Occidente en el contexto de la pandemia del coronavirus, la desestabilización de las cadenas de suministro transfronterizas y la complicación de la situación geopolítica”, reseñó el ente diplomático ruso en un comunicado publicado en su sitio web.
El texto del Ministerio de Asuntos Exteriores de la nación euroasiática resumió la participación de la delegación eslava en el encuentro de los países del Grupo de los 20 (G20) donde analizaron las consecuencias negativas de las sanciones unilaterales antirrusas.
La cancillería rusa destacó que se prestó especial atención al camino diplomático en dos temas clave: fortalecer la cooperación multilateral de los Estados y ofrecer una respuesta conjunta a los desafíos en la seguridad alimentaria y energética, a pesar de la confrontación impulsada por Estados Unidos y sus aliados.
Asimismo, los titulares de Exteriores presentes intentaron encontrar «un denominador único» para resolver problemas socioeconómicos globales.
«La tesis recibió un amplio apoyo sobre la necesidad de avanzar en la estructura policéntrica del orden mundial y la democratización de la gobernanza global, una mayor participación del diálogo en las plataformas multilaterales para resolver los problemas de los países en desarrollo», añadió Moscú.
En su intervención el canciller ruso, Serguéi Lavrov, describió los enfoques para aumentar la cooperación interestatal basada en la carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, utilizando efectivamente el potencial del G20 como un foro socioeconómico representativo.
En relación con «la interpretación distorsionada de Occidente de los eventos en Ucrania», el jefe de la diplomacia rusa explicó «las causas de la crisis en ese país» después del golpe de Estado que sufrió en 2014, episodio que contó «con la intervención directa de Washington y la Unión Europea», detalló.
En la cita, que se desarrolló este 6 y 7 de julio, Rusia confirmó su disposición a «contribuir de manera significativa para garantizar el acceso a los alimentos y los recursos energéticos», enfatizó el Ministerio de Asuntos Exteriores.
En ese sentido, acordaron la diversificación en curso de los mercados de comercialización de productos del Complejo de Combustible y Energía y planes para aumentar el suministro de cereales.
Paralelamente al encuentro, Lavrov realizó reuniones bilaterales con colegas de países de Asia, África y América Latina, donde acordaron ampliar y profundizar la cooperación en diferentes áreas.
La reunión ministerial fue una etapa importante en el camino de preparación de la XVII edición de la cumbre que celebrarán los jefes de los Estados miembros del G20 entre el 15 y el 16 de noviembre, también en Bali.
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