Según confirman los organizadores, las actividades que se llevan a cabo durante los días feriados de la fiesta musulmana del sacrificio, constituyen un fenómeno cultural, social y educativo donde los niños pueden disfrutar de eventos recreativos que saturan su imaginación y les ayudan a superar las secuelas psicológicas de la guerra.
Entre los espectáculos teatrales organizados figuran las historias de la Princesa Scherezade, la Ciudad de los Sueños, las Mil y Una Noches, así como otras historias del patrimonio sirio y árabe.
Pretendemos enriquecer el conocimiento de nuestros menores y sembrar en ellos los nobles valores del amor, la bondad, la paz y el respeto a los demás, aseguran los directivos del Ministerio de Cultura.
Los orfanatos en las ciudades de Homs y Alepo presenciaron también actividades, donde la primera dama Asmaa Al-Assad, compartió con ellos experiencias diarias.
Sin los niños no hay fiesta, y generar sonrisas en sus rostros después de tantos años de guerra es la acción más noble que se les puede hacer, dijo el gobernador de Homs, Bassam Parsik.
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