La declaración del mandatario tuvo lugar durante la apertura del quinto foro de inversiones “Elija Francia”, que se celebra en el Palacio de Versalles, y añadió que la futura planta “será el sitio de producción de chips más grande de Francia y uno de los más grandes de Europa”.
En el proyecto están implicadas las compañías estadounidense GlobalFoundries y la franco-italiana STMicroelectronics junto al estado francés, que aportará una parte importante de la financiación, y se espera que proporcione cerca de mil puestos de trabajo directos.
Los semiconductores producidos servirán en particular a mercados finales «como el de la automoción, el industrial, el Internet de las cosas y las infraestructuras de comunicación”, señalaron las empresas en un comunicado conjunto.
“Esta es la mayor inversión industrial en las últimas décadas fuera de la energía nuclear y un gran paso para nuestra soberanía industrial: son 1.000 puestos de trabajo en juego”, declaró hoy el ministro de Economía, Bruno Le Maire, a través de la red social Twitter.
Este proyecto se enmarca en el programa de la Unión Europea que pretende recuperar esta industria tecnológica dominada en la actualidad por Asia y Estados Unidos, y que desde la crisis sanitaria del Covid-19 está marcada por gran escasez en el suministro a los países no productores.
Europa quiere alcanzar en los próximos años hasta el 20 por ciento de la producción mundial, frente a menos del 10 por ciento actual.
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