Primero fueron, en los últimos días de junio, las jornadas de la edición 17 de la Feria Internacional ExpoCaribe, una fiesta comercial retomada tras la pausa de dos años impuesta por la Covid-19 y devenida necesario punto de encuentro de los anhelos y esperanzas de los pueblos caribeños.
Concluida con la convocatoria para la venidera, en el 2023, con la perspectiva también de un encuentro entre las Cámaras de Comercio de la región, la segunda bolsa comercial cubana dejó una estela de optimismo y fraternidad con la convicción de que juntos se avanzará más.
Apenas cerradas las puertas de ExpoCaribe, la Fiesta del Fuego en su edición 41 abrió las suyas y volvió a inundar de música, poesía, colores y pensamiento a una urbe que se ha convertido en el epicentro de la cultura popular tradicional.
El homenaje a los científicos que salvaron a los cubanos con sus vacunas contra la pandemia marcó la celebración, durante la cual el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, en la Casa del Caribe, exaltó la trascendencia de esta defensa de la identidad como una de las claves de la actualidad.
Por primera vez, el Jefe de Estado departió con los santiagueros en el Festival Internacional del Caribe y expresó su deseo de hacerlo en las próximas ocasiones, en correspondencia con su importancia y arraigo en la cultura cubana y la de la región.
Caribeños de las más diversas latitudes trajeron a la ciudad sus mensajes solidarios y contra el bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos, tanto en la Asamblea de los Pueblos como con la presencia de la XXXI Brigada Juan Rius Rivera, de Puerto Rico.
En este lunes se aquietan las calles y plazas, los lugareños viven su día con la dureza de las dificultades materiales y la perseverancia para remontarlas, en una atmósfera de paz y serenidad que ninguna otra eventualidad podrá quebrar.
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