“Hoy como el año pasado todos los revolucionarios cubanos están en las calles para no permitir que se transgreda su paz y estabilidad, y nosotros desde aquí estamos lejos, pero firmes apoyándolos en la defensa de la Revolución, destacó la conductora del programa y jefa del Comité Ruso por el fin del bloqueo a Cuba, Lena Loshkina.
Asimismo, denunció que Washington, con el acompañamiento de medios de información y las redes sociales, pretende materializar un llamado golpe blando en la nación antillana.
Al respecto, recalcó que los hechos del 11 de julio del 2021 demuestran esos intentos, los cuales fracasaron por la determinación del pueblo cubano y su disposición a defender la independencia y la Revolución.
Loshkina recordó que las protestas de hace un año incluyeron disturbios y otros actos violentos, escenario que Estados Unidos busca revivir en Cuba.
En relación con dichos disturbios, el miembro del Comité Ruso por el fin del bloqueo a Cuba Dmitry Black resaltó la actitud asumida por el jefe de Estado cubano, Miguel Díaz-Canel, quien salió a las calles a dialogar con su pueblo.
“Nos pareció muy interesante como el pasado año el presidente cubano en vez de huir salió a las calles a dialogar con su gente, y a escuchar las insatisfacciones del pueblo, todo lo contrario, a cómo pasa en otros países que los mandatarios salen corriendo”, resaltó.
Por su parte, Alexander Jarlamenko, especialista del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias de Rusia, aseguró que quienes provocaron la violencia callejera del 11 de julio pasado, estaban financiados por las mismas organizaciones que tratan de destruir la Revolución cubana y el socialismo en Cuba desde 1959.
El académico ruso manifestó que ningún país del mundo permitiría que le prepararan un reto de tal tipo, organizado con apoyo desde el exterior y de su principal enemigo, incluyendo las propias autoridades de Estados Unidos y los cabecillas de la extrema derecha.
En su opinión, la acción es parte de la ofensiva imperial en la región latinoamericana y en todo el mundo para desestabilizar gobiernos que defienden su camino autóctono de desarrollo.
La defensa del socialismo y la resistencia de la Revolución de la mayor de las Antillas obligaron a Washington a utilizar todos los métodos posibles para derrocar a su Gobierno, comentó Jarlamenko.
“Mucho está en juego, tenemos que hacer todo lo posible para ayudar a Cuba a defender su proyecto de desarrollo y su independencia”, enfatizó el académico ruso.
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