El convenio fue firmado el 6 de enero, entró en vigor el 23 de junio y será renovado automáticamente hasta que las partes así lo decidan.
Según el documento divulgado, ambos países abogan por desarrollar una amplia y efectiva cooperación en materia agrícola, ganadera y de alimentos en forma mutuamente beneficiosa.
Con tal propósito intercambiarán información técnica, económica y comercial, así como resultados de investigaciones.
Además, implementarán programas para el intercambio entre expertos y la capacitación de profesionales y técnicos.
El acuerdo dispone la creación de un Centro de Formación y Transferencia Tecnológica, orientado en especial al desarrollo de la siembra directa y atención a pequeños y medianos productores de Cuba.
Dicho organismo priorizará la preparación en temas como el manejo sostenible de la producción agropecuaria, la seguridad alimentaria y el cuidado ambiental.
Por otra parte, las dos naciones acordaron identificar áreas de inversión y detectar posibilidades de negocios conjuntos.
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