El ministro de Sanidad, Francois Braun, anunció la puesta en funcionamiento del servicio telefónico sobre información de la ola de calor, a partir del medio día de hoy, para tratar de ayudar ante “preguntas, preocupaciones o dudas sobre qué hacer”, dijo.
Además recordó los mensajes de prevención, como no hacer deporte e hidratarse regularmente, mientras siete provincias francesas se encuentran desde hoy en alerta naranja ante las altas temperaturas y otras 24 están bajo vigilancia amarilla.
Braun también hizo un llamamiento a la “solidaridad en nuestros barrios, en nuestros pueblos, para vigilar y proteger a las personas con mayor riesgo”, y vaticinó que “tenemos que aprender a vivir con el Covid y también debemos aprender a vivir con la ola de calor”, directamente relacionadas con el calentamiento global.
Según los meteorólogos, la ola de calor que sufre el país podría ser de mayor intensidad y duración que la de 2003, que provocó la muerte de más de 15 mil 200 personas y puso de manifiesto el mal funcionamiento de los servicios sanitarios y el aislamiento de los ancianos, principales víctimas del calor.
Por otra parte, y como ya advirtiera el lunes el presidente de la Federación Nacional de Bomberos de Francia, Gregory Allione, sobre la posibilidad de que la ola de calor provocara nuevos incendios forestales, dos graves siniestros tuvieron en lugar en las últimas horas.
Bomberos y servicios de emergencia luchaban hoy para frenar dos frentes abiertos por el fuego, que ya devastaron mil 700 hectáreas en suroeste francés, en la zona de Gironde, y que ha provocado la evacuación de más de seis mil personas cerca de la localidad de Arcachon.
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