Arribar a esa cifra significa que cada país entienda sus cambios demográficos para lograr el mundo deseado y el cumplimento de la Agenda 2030.
De esta manera, las naciones deben ofrecer respuestas para mitigar efectos negativos frente a las circunstancias que generará el récord de seres humanos.
Ante la realidad que se avecina, la solidaridad y el trabajo cercano entre países pudieran satisfacer necesidades y aspiraciones de las generaciones actuales y futuras. Ese es un reto y, por lo menos, debería ser un compromiso.
Durante un reciente encuentro propiciado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas en Cuba, Unfpa, por el Día Mundial de la Población, esa organización internacional precisó en un documento que nunca antes en la historia de la humanidad existió una diversidad tan extrema en la media de edad de los países y las tasas de fecundidad de las poblaciones.
Asimismo, reflejó que un número creciente de naciones enfrentan los retos del envejecimiento y experimentan una reducción de la fertilidad.
Sobre este punto, la isla caribeña mantiene un alto número de defunciones, pocos nacimientos y al cierre de 2021 su población disminuyó en todas las provincias.
Sin embargo, existe una marcada voluntad del Estado cubano en la atención a las personas vulnerables, a mujeres con tres o más hijos, al cambio climático, así como a las causas que llevarán a la mayor de las Antillas a ser el país más envejecido de América Latina y el Caribe para el año 2030.
Actualmente, el mundo enfrenta una crisis económica, los efectos negativos de la Covid-19, y el cambio climático.
Para los cubanos, además de los elementos anteriores, el bloqueo de Estados Unidos ha sido durante más de 60 años una piedra que entorpece el camino hacia el pleno desarrollo de los derechos humanos y la concreción de sus metas.
Aún así, la esperanza de vida al nacer es de 78.45 años: el de las mujeres es de 80.45 y el de los hombres es de 76.50, según cifras ofrecidas en el encuentro por el profesor Antonio Aja, Director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana.
El académico precisó que el 15 por ciento de los adultos mayores viven solos, disminuye la población en edad laboral y en lugares rurales, y enfatizó que desde ya se observa una reducción del número de miembros de las familias.
Valiosos fueron sus «desafíos» que incluyeron el énfasis en el aumento en el nivel de nacimientos y la atención a la creciente población adulta mayor, la disminución del embarazo adolescente y la protección de los ancianos incluida la jurídica.
El llamado de los expertos cubanos al mundo fue el de eliminar vulnerabilidades si queremos disfrutar una humanidad más próspera y sostenible, y podemos agregar que es tarea universal garantizar los derechos y en particular los relacionados con las decisiones sexuales y reproductivos.
Los ocho mil millones de habitantes que compartiremos un pedazo de cielo a partir de noviembre, merecemos una vida digna, justa, plena y con iguales oportunidades para todas las personas.
rgh/yaa