Las localidades afectadas son Landiras y La Teste-de-Buch, con 10 mil personas evacuadas, incluyendo turistas, según autoridades.
El escenario es desafiante, ya que a la sequía se une la ola de calor presente en Francia, y los vientos amenazan con complicarlo aún más el fin de semana.
Expertos investigan el origen de los incendios, y el ministro del Interior, Gérald Darmanin, advirtió en una visita a la zona que nueve de cada 10 suelen ser causados por los humanos.
En ese sentido, recordó que la justicia castiga con hasta 30 años de cárcel a los responsables.
Los bomberos utilizan medios técnicos y aviones para sofocar las llamas, sin que se reporten en Landiras y La Teste-de-Buch víctimas fatales o daños en la infraestructura.
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