Al cierre de la jornada anterior los futuros del referencial Brent del Mar del Norte para entrega en septiembre treparon 2,06 dólares, a 101,16 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermedate ganó 1,81 dólares, a 97,59 dólares.
Ambos contratos anotaron sus mayores pérdidas porcentuales semanales en cerca de un mes.
De acuerdo con la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (AIE) las extracciones del carburante podrían incrementarse a 11,91 millones de barriles por día (bpd) en 2022 y a 12,77 millones de bpd en 2023.
Los pronósticos se comparan con los registros de 11,19 millones de bpd alcanzados en 2021 y un récord de 12,29 millones de bpd en 2019.
En cuanto al consumo de petróleo y otros combustibles líquidos la AIE había proyectado un alza de 19,78 millones de bpd en 2021 a 20,48 millones de bpd en 2022 y 20,80 millones de bpd en 2023.
Se trata de un panorama energético matizado por las incertidumbres como consecuencia de los limitados inventarios, los aumentos de las tasas de interés, el incremento de la inflación y los débiles datos económicos a nivel global.
Esta semana el presidente de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed, se comprometió como proveedor confiable a apoyar la seguridad energética mundial considerada la columna vertebral para permitir el crecimiento económico y el desarrollo global.
Mientras en esta jornada, el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Thani, también se comprometió a trabajar para garantizar el «continuo flujo» de los suministros de energía.
Qatar es uno de los principales exportadores de gas natural licuado (GNL) del orbe, y afirma que desarrolla su capacidad de producción para elevarla de 77 millones a 110 millones de toneladas anuales para 2026.
En medio de ese escenario los inversores se muestran atentos a la reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) que desde marzo realiza aumentos a los tipos con la finalidad de controlar la inflación.
Recientemente, dos responsables de la política monetaria de la FED declararon que estaban a favor de otra alza de las tasas en 75 puntos básicos en su reunión de política monetaria de julio, pero desestimaron un mayor incremento.
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