Quién no ha crecido con esos acordes tan icónicos, con ese estilo propio que sale de sus dedos, con esa casi electricidad que le impregna a un instrumento que lo flechó cuando en su natal Jalisco el padre le regaló la primera guitarra eléctrica.
Hoy, con casi 75 años -que cumplirá el 20 de julio-, el músico mexicano nacionalizado estadounidense sigue imparable y no hay golpe de calor que lo frene, como le sucedió en su más reciente presentación en vivo, la cual forma parte de una gira que emprendió este 2022 y espera que se prolongue hasta 2023.
El virtuoso de la guitarra le pegó un gran susto a quienes asistieronal auditorio Pine Knob Music Theatre de Clarkston, al noroeste de Detroit, el pasado 5 de julio, cuando se derrumbó frente al público después de 40 minutos sin descanso.
Los médicos le recomendaron reposo y se vio obligado a aplazar los próximos seis espectáculos. Pero al que es considerado uno de los mejores guitarristas del mundo no hay quien lo pare, y se alista para volver al ruedo.
“Carlos está bien y ansioso por estar pronto en los escenarios. Solo necesita descansar”. Así lo confirmó su portavoz, Michael Vrionis, al emitir un mensaje de tranquilidad a sus seguidores.
Y para acallar los rumores de su salud, el propio Santana deslizó en sus redes sociales que está entero. “Simplemente tomándomelo con calma. Olvidé comer y beber agua, así que me deshidraté y me desmayé”, relató.
Después de una larga pandemia necesitaba reencontrarse con ese escenario donde ha dejado grandes huellas. No es de extrañar que esté ansioso por regresar.
Desde hace meses, junto a su banda, el intérprete de María María moldeó con exquisito gusto el Miraculous Supernatural Tour, en el que comparte escenario con los míticos integrantes de Earth, Wind&Fire, a los que volvió a unirse después de aquella gira de 1974.
El espectáculo ha sido un éxito rotundo, con capacidad llena y un ingrediente especial, una presentación que para Santana marca mucho.Se trata del lugar donde comenzó todo hace más de 50 años, el Festival de Woodstock, ahora conocido como el Bethel Woods Center, en el estado de Nueva York. Allí tiene previsto tocar el 23 de agosto.
En 1969, en el que fuera considerado como el concierto hippie más grande de todos los tiempos, Santana hizo su primera aparición en vivo para marcar para siempre la música latina dentro y fuera de Estados Unidos y pasar al podio de los grandes.
Aún quedan varias fechas hasta finales de agosto. Santana está ansioso. No hay tiempo que perder. La música y la guitarra llaman, el público también.
(Tomado de Orbe)