De acuerdo con el prefecto de Nueva Aquitania, Fabienne Buccio, las llamas no han sido extinguidas, pero «son menos espectaculares», después de destruir más de 20 mil hectáreas de pinos en Las Landas, donde unas 35 mil personas fueron evacuadas.
A partir de los progresos, comenzaron a regresar a sus territorios de origen bomberos que apoyaron el combate a los incendios, precisó a medios locales.
La movilización llegó a reunir a un millar de efectivos con el respaldo de equipos y medios aéreos.
El impacto en la fauna es severo, pero sin lamentar víctimas fatales y sí daños en la infraestructura, aunque menor al esperando ante fuegos tan potentes, atizados por la sequía, las altas temperaturas y el viento.
También comenzaron a retornar a sus casas miles de evacuados por los incendios que arrasaron bosques en las localidades de Landiras y Teste-de-Buch.
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