Díaz-Canel agradeció a los jóvenes norteamericanos que el pasado mes de junio, al organizar la Cumbre de los Pueblos en Los Ángeles, fueron protagonistas “de la verdadera Cumbre de las Américas”.
Les reconoció el apoyo permanente y sistemático que han ofrecido durante décadas, y apuntó que el encuentro tiene lugar en un día significativo para Cuba: la antesala de la conmemoración del 26 de julio (aniversario 69 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes).
La acción solidaria tuvo por escenario el teatro de la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos, ciudad que mañana celebrará el acto nacional por el Día de la Rebeldía Nacional.
Son amigos de cuatro proyectos de solidaridad que a través de los años han dado un apoyo entrañable a la Revolución: Caravana Pastores por la Paz, la brigada boricua Juan Rius Rivera, Partido Socialismo y Liberación Brigada Venceremos, ambos de EEUU, precisó la Presidencia de Cuba a través de su perfil en Twitter.
Es un privilegio y honor compartir este momento histórico con Cuba, reconoció la representante de la Caravana Pastores por la Paz, Dorlimar Lebron Malave.
Tenemos el compromiso de seguir luchando para acabar con el bloqueo de Estados, uno de los más grandes genocidios de la humanidad, agregó la activista.
A nombre de la Brigada Juan Rius Rivera habló Milagros Rivera, quien recordó que la pandemia de Covid-19 les impidió venir a Cuba en los dos años anteriores, pero no detuvo la solidaridad, sino que la multiplicó, aseguró.
La solidaridad con Cuba nunca estuvo ni estará en cuarentena, dijo Rivera.
Estadounidenses representantes de la Brigada Venceremos y del Partido Socialismo y Liberación aseguraron que no dejarán de exigir que se ponga fin a los intentos por destruir la Revolución y al injusto bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de su país.
Unos 10 mil cienfuegueros participarán mañana martes en el acto central por el Día de la Rebeldía Nacional.
El 26 de julio de 1953 un grupo de jóvenes liderados por Fidel Castro, y que luego la historia de Cuba identificó como la Generación del Centenario, atacó los cuarteles Moncada (Santiago de Cuba) y Carlos Manuel de Céspedes (Bayamo), acciones que el propio líder calificó como el motor pequeño que echó a andar el motor grande de la Revolución.
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